Josh Childress conoció de primera mano el infierno griego que de vez en cuando se ve en las canchas, donde los fanáticos la lían y empañan el espectáculo deportivo de uno de los mejores baloncestos de Europa.  El ex jugador de Atlanta Hawks tuvo que ver como el partido que enfrentaba a su equipo, el Olympiacos, contra el Panathinaikos, se paraba a falta de 1:25 minutos para su conclusión, con 60-58 para el Panathinaikos, durante 20 minutos.

Los aficionados, por llamarlo de alguna manera, del Olympiacos tiraron bengalas y botellas de plástico al banquillo del Panathinaikos durante un tiempo muerto, hiriendo a un oficial de mesa. Al término del encuentro, Josh Childress dijo que la violencia que había visto le habían hecho replantearse el seguir en el conjunto griego, aunque más adelante matizó sus palabras.

Estoy disfrutando aquí. Ha sido una grata experiencia. Creo que muchas cosas saldrán cuando acabemos la temporada dentro de unas pocas semanas.

Asimismo, Josh Childress afirmó estar en contacto con algunos fans de Atlanta Hawks vía internet. No parece muy claro el futuro de Childress en la Liga griega, que habrá disfrutado de un jugador que fácilmente pueden encontrar (del estilo) en canchas europeas y se ha embolsado una cantidad importante de dinero.

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